Si no mantenemos la instalación eléctrica de nuestra vivienda con un nivel aceptable de seguridad, corremos un grave riesgo de sufrir un accidente que provoque daños personales y/o materiales de importancia.
El hecho de que nuestra vivienda esté construída después de que entrara en vigencia el Reglamento Electrotécnico de Baja Tensión (RBT - 1973), no implica que sea segura; es posible que a la instalación inicial se le hayan hecho ampliaciones, aumentando el número de receptores (por ejemplo, aire acondicionado, radiadores, electrodomésticos,...). Esto supone una mayor demanda de energía, pudiéndose producir sobrecargas en la instalación de la vivienda, y por lo tanto, un calentamiento excesivo de la misma.
Los daños que la electricidad puede causar son de dos tipos:
Daños directos
Muerte por fibrilación ventricular
Muerte por asfixia
Quemaduras internas y externas
Efectos tóxicos de las quemaduras
Lesiones físicas secundarias por caídas, golpes,...
Embolias por efecto electrolítico en la sangre
...
Daños Indirectos
Incendios
Daños materiales de la instalación
Por supuesto, cualquier vivienda construída antes de 1975 y sin una rehabilitación eléctrica, es del todo insegura, ya que está fuera del REBT.
Una rehabilitación consiste en sustituir todos los conductores, elementos de control y protección, por otros adecuados a la potencia requerida de la instalación, evitando así la sobrecarga de la instalación.
Ahora pasaremos a analizar todas las acciones y elementos que generan inseguridad en una instalación eléctrica doméstica.
Acometida
Caja General de protección
Cuadro de mando y protección
Pequeños interruptores de potencia (PIAs)
Circuitos y protecciones
Línea repartidora
Puesta a tierra
Aparatos de alumbrado
Tomas de corriente
Cables y conductores
Cajas de conexión y derivación
Interruptores y conmutadores
Portalámparas
Por el mayor riesgo que conlleva, haremos un especial incapié en los peligros de la electricidad en:
Baño
Cocina y lavadero
Electricidad y niños
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